El doctor Weitzman trabaja en un sanatorio mental de New Jersey, siendo de la opinión que los enfermos deberían salir del psiquiátrico de vez en cuando. A tal efecto, el Dr. Weitzman convence al director de que algunos pacientes podrían asistir, bajo su responsabilidad como terapeuta, a ver partido de béisbol en Nueva York. Una vez en la calle todo va bien, pero el Doctor tiene un pequeño accidente y ha de ser conducido a un hospital, quedando solos los enfermos por la ciudad.