El cielo de Valleperdido ya no tiene el mismo color. Tras la muerte de Culebra, la familia Castillo está desolada y en un grave peligro. Lucía se ha quedado a dormir en la cama del fallecido y no quiere bajar, ese es el único lugar donde puede sentirle como si no se hubiera ido. Además, quiere despedirse, pero Mario no le deja ir al cementerio.