Kogoro va caminando por la calle y su boleto de apuestas en la carrera de caballos es intercambiado, obteniendo un boleto ganador. Aprovechando la situación, va junto con Ran y Conan a un restaurante de sushi a celebrar, donde conocen a un peculiar cocinero. De repente, entra una mujer reclamando que uno de los clientes le ha robado su boleto ganador.