Anthony tiene una pesadilla. Sueña que está jugando con su mamá y que ella viene persiguiéndolo. Pero su mamá se cae, cuando Anthony llega a verla, es Candy. Anthony se despierta y se da cuenta que ha dormido más de la cuenta. En eso entra Stear a su cuarto y le dice que tiene un invento para encontrar a Candy. Es una máquina que puede oler a Candy. Pero se acuerda que necesita una prenda de Candy y no la tiene. Stear llora que su experimento no va a funcionar. Archie está afuera y le dice a Stear que se calle porque tiene dolor de cabeza. Anthony le pregunta si ha estado bebiendo y Archie dice que no, pero que anoche no podía dormir y bajó a la cocina a comer algo. La tía abuela los oye y regaña a Archie por haber robado comida de la cocina. Ella dice que desde que se juntan con Candy se han hecho terribles. Stear le pone su experimento a la abuela en las manos y la máquina empieza a hacer un ruido raro. Elroy se asusta y los tres chicos aprovechan a escapar. Mientras tanto, Candy está escribiendo una carta para Anthony. El señor García está durmiendo y lo pica una serpiente. Candy lo ayuda succionando el veneno y vendándolo. Clin mata la serpiente. Pero García sigue siendo malo y cuando llegan al pueblo, Candy quiere ir a dejar la carta y García se la rompe. Un comisario ve todo y llega a preguntar si Candy está bien. El comisario comenta que han secuestrado a muchos niños para venderlos a personas europeas que no pueden tener hijos. García le asegura que Candy está bien y no es secuestrada. Pero ésto le da la idea de vender a Candy. Candy le hace comida a García pero no lo deja comerla hasta que no rece. Ella le dice que en el hogar de Pony siempre rezan por los alimentos. García pregunta qué es el hogar de Pony y Candy le explica. Candy decide regalarle el crucifijo para que siempre se acuerde de rezar. En la noche mientras duermen llegan unos bandidos. Quieren asaltarlos pero no encuentran nada de valor entonces deciden matar a García. García les dice que no lo maten, que se lleven a Candy y la vendan a algún europeo. Los hombres aceptan y se llevan a Candy. García se va corriendo pero aún así le disparan y lo hieren. En eso a García se le cae el crucifijo y empieza a recordar todo lo que Candy ha hecho por él. Le remuerde la conciencia y va a rescatar a Candy. La rescata y Candy piensa que García así lo había planeado desde el principio y le agradece. García le dice que ella es muy inocente y confiadora. García le devuelve el crucifijo diciéndole que no lo merece. Los bandidos los persiguen. García le da las riendas de la carreta a Candy y se baja a tenderles una zancadilla. En lo que García hace tropezar a los bandidos, un carro con un hombre de anteojos negros pasa por ahí y secuestra a Candy. Candy pide ayuda al señor García y García corre tras el carro llorando porque no puede ayudar a Candy.