Anthony le envía a Candy un mensaje con la paloma pero en el momento que Candy lo va a agarrar, pasa la tía abuela y Candy no puede. La paloma vuela y afortunadamente aterriza en el carro de Stear. Stear y Archie reciben el mensaje y se lo llevan a Candy. En la nota Anthony le cuenta a Candy que participará en un rodeo con Tom. Stear inventa un globo para que lleve los mensajes de Candy a Anthony. Pero como es de costumbre para los inventos de Stear, el globo se desvía y va cayendo nada más y nada menos que en la casa de los Leegan. Elisa y Neil le llevan el paquete a la tía abuela. Elroy lee la carta que Candy le envía a Anthony comentándole del rodeo. La tía abuela se pone furiosa y envía a Candy para que convenza a Anthony de que desista de esa idea. Candy visita a Anthony y trata de convencerlo pero Anthony está decidido y mas bien la convence a ella de que lo apoye y vaya al rodeo. Candy les dice a Archie y a Stear y ahora ellos también quieren ir. Los tres van con la tía abuela para darle la noticia. Elroy está furiosa. Los tres chicos están en el jardín cuando ven a Anthony. Anthony está triste y desanimado. La tía abuela ha llamado a los jueces del rodeo para que le prohiban terminantemente la entrada a cualquier Andrey. Candy pregunta que si es para defender el honor de la familia y le dicen que sí. Entonces Candy empieza a reírse porque se le ha ocurrido un plan. El plan de Candy es regar el rumor en el pueblo de que los Andrey son unos cobardes. Un día que la tía abuela va al pueblo, todos los niños le gritan que los Andrey son cobardes. Después Tom se le acerca y le dice que Anthony es un cobarde que como no se atrevió a participar en el rodeo entonces puso de pretexto que no lo dejaban. La tía abuela está horrorizada con los rumores y permite a Anthony participar en el rodeo pero con la condición de que debe ganar. Todos van al rodeo. Candy está muy preocupada por Anthony. Tom hace un buen papel con 20 segundos en el toro. Pero Anthony le gana con 38 estableciendo un nuevo récord. Hasta la tía abuela le echa porras a Anthony desde su carruaje pero finge que no es así cuando alguien la vuelve a ver. Anthony está muy orgulloso de haber ganado no sólo el rodeo sino también por no haberse dejado manipular por la tía abuela.