Érika tiene 16 años y, harta del consumo de cuerpos en las redes sociales, cuelga una publicación para denunciarlo. Una videocreación que no tarda en ser eliminada por, supuestamente, tener contenido sexual. Indignada, Érika cuelga otra storie para protestar con el texto: “Que no te permitan ser tú”. Un mensaje que cala hondo en otros tres adolescentes que lidian con sus propias red flags: Toni y una situación de abuso de la que ni siquiera es consciente, Luna y un novio tóxico, y Walter y unas amistades igualmente nocivas. Los cuatro jóvenes, sin saberlo, cruzan sus destinos para siempre gracias a la publicación de Érika.